Así lo sugiere una nueva investigación llevada a cabo en grupos laborales pequeños, donde se encontró que, mientras el reto y la competencia motivan a los hombres, inhibe la creatividad en a las mujeres.

La Washington University en St. Louis, demostró que la competitividad benefició mayormente a los grupos integrados por hombres, mientras que afectó negativamente a los grupos de mujeres.

Por el contrario, las mujeres brillaron más cuando no tenían que competir. Su aporte creció conforme la competencia disminuyó, reportó el estudio.

Esto refuerza la teoría de que las mujeres son más cooperativas en los empleos donde se requiere trabajo de equipo, mientras los hombres buscan siempre superar al “rival”.

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