Claridad Mental y Propósito
“Tu trabajo es encontrar tu trabajo y, luego,
entregarte con todo tu corazón a él.” – Buddha
Los grandes maestros han dicho que la claridad mental es la base de una vida feliz. En este sentido, la claridad mental no sólo incluye la capacidad de vivir en el presente y evitar que la mente divague en todo momento. Esa se logra con la práctica constante de la meditación.
En esta ocasión hablamos de la claridad mental que le da sentido a la vida. La que te permite tomar decisiones correctas, la que te ayuda a estar tranquilo y sereno sin importar lo que pase, la claridad mental que te ayuda a encontrar tu propósito en la vida.
Para los budistas, la búsqueda – desapegada, por supuesto – de la felicidad es la meta máxima, el propósito mayor en esta vida. Para ellos, la meditación y las escrituras conducen a esta felicidad última que no requiere de factores externos para existir.
Para el resto de las personas, el propósito de vida puede ser muy confuso, y es allí donde la claridad mental juega un papel preponderante. La claridad de la mente y la paz del espírituson esenciales para el desarrollo personal, al menos en nuestra sociedad occidental.
El desarrollo personal conciente es el primer paso para lograr encontrar ese trabajo del que habla el Buddha. Encontrar el propósito de tu vida trae foco, dirección y significado a tu existencia. El propósito es la respuesta a la pregunta “¿Que hago aquí?”.
Tu propósito en la vida depende sólo de ti, no de factores externos como empleos, familia, gobiernos o religiones.
Como en todo trabajo personal, lo importante es ir dentro de uno en busca de la sabiduría que nadie más nos puede dar. Es emprender el viaje de superación personal que nadie puede hacer por nosotros.
Para ello, la meditación es una herramienta invaluable, especialmente en sus diferentes ramificaciones:
Reflexión: Para saber de dónde vienes, cuáles son tus valores en la vida, y hacia dónde vas.
Meditación: Para aquietar la mente y la charla interna, y dejar que la sabiduría interna tome las riendas.
Atención plena: Vive en el presente y toma conciencia de tu comportamiento y deseos. ¿Qué te hace feliz? ¿Hacia dónde te lleva tu sabiduría interna?
Decídete a escuchar a esa voz interior que en calma y sin ruido sabe qué es lo mejor para ti, y tiene la capacidad de encaminarte hacia allá.
A la vez, hay que reconocer que dedicarse a la vocación requiere de muchos esfuerzos en la vida práctica. Por un lado porque su búsqueda, como dice la cita, es realmente un trabajo e implica pasar por muchas experiencias de vida hasta ir afinando en nuestro interior realmente cuál es nuestra vocación.
Por otro lado porque casi en todos los casos hay que pagar el precio de no vivir una vida alineada con los lineamientos económicos de nuestro sistema social. Para la mayoría se requerirá el sacrificio de una vida económicamente estable a cambio de la satisfacción de trabajar en la vocación personal, satisfacción que además no viene sólo del hecho de dedicarse a esa actividad, sino de esforzarse en ella con la misma intensidad que se requiere para dominar cualquiera otra.
Claro está que parte de nuestra misión es justo ir aprendiendo a resolver los retos que este dilema propone. Sernos honestos, encontrar la verdadera vocación que la vida pretende que sigamos, aprender a pagar el precio, estar dispuestos a hacer todo el esfuerzo necesario y aprender a disfrutarlo.
Entonces toma sentido otra sabia frase, ésta de Confusio: “Felíz es quien ha aprendido a hacer lo que ama y a amar lo que hace”.