Autoestima y Problemas Emocionales y Psicológicos Parte 1: Importancia y Usos del Concepto “Autoestima”.
Pocas veces se habla del lugar que ocupa la autoestima en la generación y en la dinámica de los trastornos emocionales o psicológicos. Por lo general se usa el término “autoestima” sólo para hablar de maneras poco profundas o poco técnicas. Es una de las palabras más usadas en los libros de divulgación de conocimientos de psicología aplicados a la vida cotidiana pero no es muy usada en las descripciones técnicas de los problemas emocionales y psicológicos. Sin embargo, es claro que una de las fórmulas más rápidas y prácticas para resolver los trastornos psicológicos o para aminorar sus efectos nocivos es el trabajo de autoestima. También es la forma más sencilla y útil de prevenir la generación de problemas emocionales o psicológicos y de generar relaciones sanas y placenteras así como historias de vida plenas y satisfactorias.
En general, la literatura que aborda la manera de enfrentar y resolver problemas psicológicos siempre incluye de alguna manera el trabajo sobre la autoestima, aunque no suele hacerse hincapié en su importancia ni en la manera correcta de realizarlo. Casi todas las estrategias para abordar problemas psicológicos utilizan técnicas que inciden en la autoestima pero los autores de dichas técnicas no suelen reparar en este hecho y acaban por trabajar la autoestima de la persona tratada de manera inconsciente e indirecta, casi accidentalmente. Y aunque este trabajo indirecto suele pasar inadvertido para terapeutas y pacientes, es un elemento esencial de la efectividad de las técnicas usadas y en el bienestar que logran las personas a través de ellas.
Entender el lugar que tiene la autoestima en la generación y el funcionamiento de los trastornos psicológicos puede aclarar la manera en que el trabajo de autoestima es clave para la cura de los problemas emocionales, conductuales y/o de pensamiento que sufren las personas. Tras este entendimiento también será claro porque el trabajo de autoestima es el ingrediente esencial para prevenir todo tipo de males o padecimientos emocionales o psicológicos.
El entendimiento de la manera en que el autoestima opera en los problemas emocionales y psicológicos requiere de una explicación que pasa por varios niveles de análisis y varias categorías de fenómenos psicológicos porque el autoestima y la seguridad personal son fenómenos psicológicos primarios y de base muy profunda, mientras que los padecimientos que puede tener un individuo son la manifestación de la combinación de varios procesos psicológicos funcionando en diferentes niveles dentro de su persona, por lo que dibujar la conexión desde el nivel de la autoestima hasta el efecto que produce como parte de un padecimiento implica organizar y describir fenómenos en diferentes niveles y categorías de funcionamiento y análisis de los fenómenos psicológicos. Aunque suene complejo no lo es en realidad si se describen paso a paso los fenómenos y categorías involucradas. Al final se podrá observar que la importancia de la autoestima como mecanismo generador, estabilizador, magnificador, curativo y preventivo de los problemas y trastornos psicológicos es contundente y clara, cosa que suele parecer hasta natural y obvia a quien emplea el sentido común, aunque la descripción que muestra el porque tiene la autoestima ese lugar respecto a los padecimientos psicológicos sea un tanto intrincada. Este texto pretende dibujar tal descripción de la manera más sencilla posible a la vez que lo explicarlo de manera completa y certera.
Aclaración de términos importantes.
Parte de la complejidad de la descripción que abordaremos es que el tema coincidencialmente reúne muchos términos de uso cotidiano que tienen significados ambiguos o un uso mas estricto cuando se les utiliza en descripciones de procesos psicológicos detalladas. Con el propósito de que un tema de suficiente complejidad como el que nos ocupa resulte lo mas claro posible, aclararemos el significado y sentido de los términos que utilizaremos en las siguientes secciones de este documento.
Sentidos y usos del término “Autoestima”.
Para empezar aclaremos que cuando se habla de autoestima se está haciendo referencia a dos fenómenos psicológicos íntimamente relacionados pero muy diferentes. Se trata de la sensación de valía y la de seguridad personal. Y es que de manera popular se suele usar el término autoestima de manera indistinta para referirse tanto a la sensación de confianza personal en las propias capacidades como a la sensación de valía de la propia persona. Estrictamente hablando, la sensación de valía es una dimensión emocional diferente a la de confianza en uno mismo. La percepción de valía en uno mismo (el asignarse un alto valor a uno mismo) es evento que provoca una vivencia emocional de estima hacia la propia persona y es este efecto el que cabalmente podríamos denominar “autoestima”. “Quererse a uno mismo”, “valorarse a uno mismo”, “sentir estima por uno mismo” puesto en términos directos.
Sin embargo, la sensación de confianza en uno mismo no ocupa la misma categoría emocional. Sentirse confiado implica una forma de seguridad o tranquilidad, una ausencia de ansiedad, debido a que nos vemos a nosotros mismos con las capacidades necesarias para manejar adecuadamente algún reto o situación. Solemos decir que una persona que se encuentra nerviosa o insegura en alguna actividad carece de la suficiente confianza en sí misma y que esto es porque tiene baja autoestima. En estricto sentido esta afirmación es incorrecta. La persona sencillamente no confía en sus capacidades por lo que se siente insegura, pero eso no necesariamente implica que se sienta poco valiosa o que pierda sensación de estima frente a sí misma. Quizá sería más correcto hablar de que tiene baja “autoconfianza” frente a la situación que está viviendo, pero no baja “autoestima”. Obviamente sí existe una conexión entre las dos vivencias emocionales, aunque su interacción es de hecho bastante compleja y no relevante para nuestro tema. En general podemos decir que cuando nos sentimos más capaces para enfrentar la vida solemos sentirnos también más valiosos frente a nosotros mismos por ese mero hecho. De la misma manera, sentirnos incapaces frente a alguna situación suele llevarnos a sentir que nuestro valor personal no es muy alto. Por eso es que ambas dimensiones emocionales suelen manejarse como si fueran una sola, sin embargo en la realidad a veces funcionan como una, a veces no.
En la vida cotidiana esta diferencia no resulta muy relevante pero para entender la manera en que los problemas de “autoestima” pueden ser parte de la generación de trastornos psicológicos, sí vale la pena tener en mente que aquello que llamamos “autoestima” comúnmente implica los dos aspectos mencionados: el de la sensación de valía o estima y el de la sensación de confianza o seguridad personal. A lo largo de esta explicación mencionaremos en ocasiones el concepto “autoconfianza” o el de “seguridad personal” como diferentes al de “autoestima” buscando hacer más correcta y precisa la dinámica del trastorno discutido, pero en el lenguaje cotidiano se suele llamar “autoestima” a todos los fenómenos por igual.
Los términos “trastorno psicológico”, “trastorno emocional” y “problema emocional”
Hablar de trastornos psicológicos y de problemas emocionales es en realidad hablar de lo mismo cuando se les va a asociar con las dinámicas de la autoestima. Sin embargo, en sentido estricto los problemas emocionales son solo una de las formas que pueden tomar los trastornos psicológicos. El concepto de “trastorno psicológico” refiere a trastornos de índole no solo emocional sino también a las alteraciones en el estado de conciencia y a los problemas en las capacidades de procesamiento de información de las personas, es decir los trastornos de índole cognitiva. Existe relación entre las tres categorías. Es común que trastornos de tipo emocional sean causa de problemas en los procesos cognitivos y/o causa de afectaciones en los estados de conciencia. A la vez, es posible que alteraciones cognitivas o alteraciones de conciencia provoquen alteraciones en el estado y manejo emocional de los individuos, aunque hay que aclarar que en ambos casos la repercusión en las vivencias emocionales acontece de manera indirecta. Así, usando los términos con rigor, cuando se habla de trastornos psicológicos es posible que se este haciendo referencia a fenómenos problemáticos distintos a los conflictos emocionales de los individuos, aunque estos acaben siempre involucrados y formando parte de la vivencia general del problema.
La autoestima juega un papel directo solamente sobre el aspecto emocional de los trastornos psicológicos. Evidentemente se relaciona también con los trastornos psicológicos cognitivos y con las alteraciones de conciencia pero lo hace a través de los problemas emocionales asociados a estos. Por ello es que en este escrito se encontraran mas explicaciones que articulan el autoestima con las vivencias conflictivas emocionales que con otro tipo de trastornos psicológicos y será justo a esa dimensión emocional a la que mas nos referiremos al usar el termino “trastorno psicológico” aun y cuando de manera indirecta las descripciones hechas también atañan a los otros tipos de trastorno.
Otro término que requiere aclaración es el de “trastorno emocional” en contraste con el de “problema emocional” o “conflicto emocional”. La diferencia radica en la intensidad de los padecimientos a los que normalmente se hace referencia usando una un otro término en el ambiente profesional de la psicología y la psiquiatría. La palabra “trastorno” suele reservarse para los casos en que la intensidad del padecimiento es suficientemente alta como para provocar francas desadaptaciones y problemas anormalmente grandes en las vidas de quienes les padecen y/o en las personas que las rodean. Los términos “problema” o “conflicto” suelen usarse para referir a los casos de personas que padecen de respuestas emocionales inadecuadas o marcadamente displacenteras pero que son relativamente comunes en la población y que no les provocan situaciones anormalmente desadaptativas o problemáticas en la vida diaria.
Hablaremos en este texto de la relación que la autoestima y la autoconfianza guardan con ambos niveles de padecimiento. Se ha de recordar entonces que siempre que se habla de un trastorno o problema se esta hablando de una situación que puede manifestarse en la vida de los individuos en los dos grados de intensidad mencionados. Con todo, trataremos de usar los términos como se han descrito especificando a cual de los fenómenos nos referimos cuando alguna explicación particular lo requiera.
Una siguiente aclaración que requerimos realizar para comprender el lugar de la autoestima en la dinámica de los problemas y trastornos psicológicos es exponer los tipos generales que de ellos existen, debido a que la autoestima juega un lugar distinto en la dinámica del problema según su tipo.